Sigan, pues, envueltos en sus neblinas nórdicas, envuélvanse en la humareda de sus inciensos cristianos y dejen que nosotros los paganos, sigamos reposando bajo las ruinas, bajo capas y capas de lava, no nos rescaten, no nos desentierren. Pompeya no fue construida para ustedes, ni nuestros baños, nuestras villas, nuestros templos. Ustedes no necesitan dioses. En el mundo de ustedes, nosotros nos entumecemos de frío.
La Venus de las pieles, Leopold von Sacher-Masoch